Salir a la luz
¿Cuáles son los roles de las imágenes de hoy? ¿Cuáles son hoy los enclaves/anclajes de las fotos de ayer? ¿Qué lugar tiene la fotografía en la memoria y la identidad de una sociedad?








Las imágenes y prácticas fotográficas del Archivo de la Memoria Trans desbordan los límites de la foto entendida como marco y superficie tersa, lisa e intocable. Aquí, las imágenes son rugosidad, textura, plumas, brillos, mugre, violencia y amor. Un archivo no es un reservorio clausurado, aséptico e impoluto. El archivo trans es un repertorio vivo, una organización activa y viva que se construye en el día a día a partir del travajo (con “v”) de personas que han sido desclasadas, desplazadas y marginadas de la sociedad a la que pertenecen. Y lo que es peor aún: invisibilizadas. Por eso, el Archivo de la Memoria Trans es un espacio de resistencia, en el que poner la foto es poner el cuerpo. La imagen se hace carne y lucha. La fotografía es supervivencia y reconocimiento.
Las historias que se entretejen tienen el denominador común de la persecución, la muerte y también la alegría y la risa carnavalesca que desata el desborde de los supuestos de los géneros. Un desmadre alegre y profundamente triste, drama y comedia se mezclan y se hacen uno, como fuerzas yin y yang que construyen en movimiento constante la realidad, los relatos y las representaciones de las imágenes que atesora el Archivo.
El 24 de mayo se cumplieron seis años de la promulgación de la Ley de Identidad de Género. Producto de años de lucha por la libertad y la dignidad, esta ley de vanguardia en el mundo es modelo para otros países que impulsan sus proyectos. Esta ley supuso el comienzo de la democracia para las personas trans, el pleno reconocimiento de sus derechos y la posibilidad de salir del espacio de la marginalidad estatal. Las personas trans son las más segregadas y estigmatizadas de nuestra sociedad (su expectativa de vida es de apenas 30 años), y esta ley permite que sean acreditadas como personas y sujetos sociales.
De esta manera, el Archivo es un espacio vincular y vital. La fotografía resulta el elemento de trascendencia en prácticas relacionales dentro de una sociedad. Atesora la memoria, esa que se construye con las vidas de las personas, a contrapelo de la hegemónica y estratificadora. Nuestro archivo trans es familia, brillo, resistencia y carnaval.