OJOS DE VIDEOTAPE
Tras egresar del CIEVYC, Federico Pintos primero se dedicó al periodismo. Poco después comenzó a producir películas y festivales. En 2015 reunió varias de sus obsesiones y realizó su primer largometraje, un delirante híbrido entre ficción y documental, protagonizado por Rafael Cippolini, que le llevó varios años terminar.
Generación Artificial es un film que mira hacia el pasado a través de la historia del video como formato, pero también va hacia el futuro, introduciendo una trama muy cyberpunk sobre el hackeo de cerebros. Como buen vanguardista, no se limitó a contar una historia… también logró ponerla en práctica mediante una suerte de remake en vivo de su propia obra. Su próxima meta: adaptar la trama a un juego de realidad aumentada.
¿Cómo resumirías el argumento de GENERACIÓN ARTIFICIAL?
La forma más reducida a la que puedo llegar es: “Un socialero con aspiraciones artísticas lucha por terminar su primera película”.
¿La intención era hacer un documental sobre VJ’s y luego el proyecto se expandió o siempre tuviste claro que el proyecto iba a hablar de la evolución del video y el mundo digital?
La primera motivación creo que apareció en el año 2003, en una muestra de VJs del Festival español Punto y Raya. En ese momento no pude entender como un movimiento con semejante manipulación sobre el video, no tenía más reconocimiento. Y me pregunté: ¿qué es arte y qué no? y ¿quién lo determina? Después, en las primeras anotaciones que hice en el 2005, Generación Artificial retrataba a un grupo de terroristas digitales que intervenía pantallas de la ciudad y estaba narrada en tiempo real con una steadycam que recorría diversos dispositivos donde transcurría la acción. Algunas ideas se mantuvieron: mezclar ficción con documental, retratar el mundo VJ, mostrar la evolución del video o la forma de instalación que retomé en las siguientes instancias del proyecto.
¿En qué consistió la experiencia BRAIN’S CUT?
El Brain’s cut es una performance con redes neuronales en la que me conecto una interfaz cerebro-computadora y una pulsera electrónica para manipular en tiempo real la edición audiovisual de la película. Fue nuestro intento de llevar la tesis de Generación Artificial a la realidad porque cuando con Julián Urman (el co-guionista) pensamos en la hipótesis de “controlar video con la mente” todavía no había referentes, entonces el tercer acto de la película se concentraba únicamente en el personaje de Lascano. Mientras estaba editando esa parte, una amiga bióloga me comenta que el físico Pablo Riera y el artista Hernán Kerllñevich estaban investigando el tema desde lo sonoro en un proyecto de tesis de la Universidad de Quilmes. Desde ese momento nació una hermosa amistad en la que Pablo y Hernán formaron parte de la película y luego, gracias al apoyo de MICA (Mercado de Industrias Creativas) y a un equipo de videastas y computólogos pudimos estrenar la versión completa en el Centro Cultural de la Ciencia.
¿En qué nuevos proyectos estás trabajando ahora?
Siempre nuestra intención era poder convertir a GA en un proyecto transmedia y/o multimedia y estrenarlo en simultáneo, pero no siempre la financiación acompaña a los tiempos que uno planea. Por suerte, acabamos de conseguirla así que nuestra fecha de estreno para esta tercer parte es en Mayo del 2019. En síntesis, esta última parte del proyecto toma la forma de lo que se conoce como un juego de realidad alternativa (yo prefiero el término alternada) con un hincapié o una base en la web oficial de Generación Artificial.
¿Cuál sospechas que será el futuro del cine y de las imágenes en general?
Por un lado me parece que -como en la película- las tres generaciones de Vjs constituían un retrato y por ende, un recorrido del video. Sin duda con estas tres partes del proyecto Generación Artificial constituyen este otro que nombran: la sala de cine, la experiencia escénica y el mundo interactivo digital. Por otro lado, si uno piensa en el eterno retorno de Nietzsche, creo que el cine está volviendo a sus orígenes en donde la ciencia tenía un rol clave en su desarrollo. Después de todo, uno de los Lumière era físico o Edison inventor pero… ¿qué serían sin un artista como Méliès?. Por eso creo que el trabajo multidisciplinario es la clave para construir aunque sea trazos de lo que podría ser el futuro.
