Tridimensional
Calu Rivero, Jessica Trosman & Sebastián Kaufmann
DE TANTOS TÉRMINOS QUE SE PODRÍAN APLICAR A LA LABOR DE JESSICA TROSMAN, TRIDIMENSIONAL ES EL QUE GANA. EN 3D ES COMO PIENSA, HABLA Y CREA. LA PRENDA FUNCIONA SÓLO CUANDO SUPERA EL TEST DE LA TERCERA DIMENSIÓN. PARA LA CREADORA, UNA COLECCIÓN TRIUNFA ÚNICAMENTE CONVERTIDA EN DEMOSTRADA REALIDAD SOBRE LA MUJER QUE VIVE SUS DISEÑOS: ESA HEROÍNA QUE CELEBRA EN SU VIDA COTIDIANA LA CONQUISTA DE LO ESCULTURAL.
Devenida de una colaboración con Giesso, la sastrería argentina, la colección invierno 2018 mezcla cuadros escoceses a destajo. «El valor primario es la desfachatez a contracorriente de lo clásico», aclara Jessica Trosman.
De estos zapatos de Comme des Garçons, Jessica Trosman sostiene: «Los colgaría como una obra más. El trabajo de Rei Kawakubo es un referente para construir una prenda hasta para cagarse en la elegancia». La alfombra bajo los zapatos es de la artista Alexandra Kehayoglou.
Una casa de estirpe modernista racionalista, construída bajo el signo del legado del arquitecto Adolf Loos, demostración de ese gusto informado, exquisito y completamente irreverente que informa el sello Jessica Trosman.
Lo plano no alcanza para entender la obra de Jessica. El proceso científico de prueba, error, prueba, error -y, finalmente, el éxito- define su modus operandi.
«El arte en mi casa demuestra lo ecléctica que soy y lo loca que puedo ser cuando me gusta algo», dice Jessica Trosman, ávida coleccionista de artistas argentinos como Fernanda Laguna y Leandro Erlich.
«El futurismo de Aldo Chaparro representa la experimentación textil que dominaba mis colecciones a principios de los 2010, cuando compré esta obra «, cuenta Jessica Trosman.
Dos brazaletes africanos que Jessica Trosman compró en el mercado de Portobello en Londres hace 20 años. «Yo me llevé dos y mi hermana se llevó dos», cuenta. «No es sólo su dimensión escultórica lo que me mueve sino que simbolizan un lazo personal».
«Calu Rivero disfruta de mi ropa como nadie», sostiene Jessica Trosman. «De día, de noche, en la calle o en una fiesta, Calu tiene una forma única y tan propia de vestirse con mis colecciones».
Se podría construir una biografía de Jessica partir de lo material. Sus posesiones representan la presencia de su gente. «Este Lladró de mi abuela», dice la creadora, «es una extensión de mi relación con los objetos».
