NATURALEZA SUSPENDIDA
En esta serie de fotografías, Santiago Carrera dialoga con la historia del arte, en particular con un género pictórico muy antiguo, vinculado a la centralidad del simple objeto o del objeto simple. A través del arte, se fija para siempre y se vuelve inmortal. La naturaleza muerta que se elige, arregla, organiza para crear una composición formal y cromática, y al mismo tiempo armoniosa y perturbadora.
Carrera inmoviliza frutas, verduras, pescado, huevos, desperdicios de comida; al congelarlos, crea una verdadera vida de naturaleza muerta, unida por la fragilidad del momento efímero, y captura el momento en que la superficie de los objetos mantiene esa capa delgada de escarcha que humedece los brillantes colores de la fruta. Un «choque» entre la instantaneidad y la inmortalidad, entre la belleza y la muerte… ¡pero también un encuentro poético entre la pintura y la fotografía!