Es uno de los elementos cruciales para la vida. Todo lo que participa en la existencia a nivel molecular tiene que ver con el agua y, aún así, su origen continúa siendo un misterio. Las últimas teorías plantean que el agua llegó a la Tierra desde el espacio interestelar hace casi 5 mil millones de años, implicando que el agua es más antigua que el Sol. Puede ser hielo, líquido, vapor… y tal vez mucho más. Recientemente se descubrió que el agua tiene un cuarto estado cuando queda atrapada en hendiduras diez mil millones de veces inferiores a un metro. Sus átomos se deslocalizan, ubicándose en varios puntos al mismo tiempo. ¿Teletransportándose? Masaru Emoto, quien estudió las cualidades sanadoras y espirituales del agua, nos invitó a pensar también en sus capacidades receptivas, fotografiando las reacciones del líquido a las emociones humanas, declarando que el agua siente. En esta serie de retratos evocamos su poder transformador, su fluir enérgico, y la tensión molecular que permite que se desplace abrazando nuestra piel, purificándonos.