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GATO ANDINO

El sagrado secreto que esconde la Cordillera.

Dos pedazos de cinta de papel sostienen, desde hace ya varios años, una imagen del gato andino sobre mi escritorio. El “Titiru”, como lo llamé todo este tiempo, está sentado en pose contemplativa, solemne. Su contorno suave, rebosante de pelaje, se pierde a simple vista y plena luz contra la textura rojiza y rocosa de los Andes.

El gato andino fue bautizado en 1865 por Emilio Cornalia, un naturalista italiano, con el nombre científico de Leopardus jacobita. La población local lo conoce como “huaña titi”, que significa gato de zonas secas, y también lo llaman chinchaygato lince u osjo.

Es uno de los felinos más desconocidos del mundo y una de las especies más amenazadas de extinción del continente americano. ¿Cómo pudo un ser tan enigmático y hermoso pasar desapercibido por tanto tiempo?

FOTO: JIM SANDERSON

“Hasta 1998 sólo se tenían algunas fotos y 4 cráneos en un museo”, me cuenta Cintia Tellaeche, doctora en Biología y encargada del área de comunicación de la Alianza Gato Andino. Ella tampoco conocía esta especie hasta que la estudió en la Universidad.

La falta de información sobre este animal tan esplendoroso y cercano debe haberla impactado con fuerza, fuerza suficiente para motivarla a realizar dos tesis sobre la especie y mudarse de Bahía Blanca a San Salvador de Jujuy para estudiarla de cerca. “Una de las causas que lo pone en peligro de extinción es justamente que se sabe muy poco”. “Es muy difícil pedirle a la gente que proteja algo que ni siquiera sabe que existe” me comenta.

FOTO: AGA

En 1999 se formó la Alianza Gato Andino (AGA), una red multinacional creada con la misión de contribuir al conocimiento y conservación de la especie y su hábitat, mediante estrategias innovadoras de investigación, conservación, educación y participación comunitaria.

Durante los primeros diez años se concentraron en recopilar información sobre la ecología del gato andino. Porque, como me cuenta Cintia, “para poder realizar acciones de conservación, es necesario conocer a la especie, saber qué come, dónde vive, en qué horarios se mueve”.

“Es muy difícil pedirle a la gente que proteja algo que ni siquiera sabe que existe.”

HOY EN DÍA SE SABE QUE

SE ENCUENTRA EN LOS ALTOS ANDES DE ARGENTINA, BOLIVIA, CHILE Y PERÚ Y EN LA PORCIÓN NORTE DE LA ESTEPA PATAGÓNICA ARGENTINA. EN ALTURAS QUE SE CREÍA RONDABAN LOS 4000 MSNM, PERO QUE HOY SE SABE VAN DESDE LOS 900 MSNM EN PATAGONIA HASTA LOS 5000 MSNM Y PUEDE SER QUE AÚN MÁS.

EN LOS DISTINTOS AMBIENTES DONDE HABITA PREDOMINAN LA ARIDEZ Y LAS TEMPERATURAS EXTREMAS. LA VEGETACIÓN ESCASEA Y LOS PARCHES ROCOSOS, RICOS EN DIVERSIDAD DE ESPECIES, AFLORAN EN EL PAISAJE.

LA EXISTENCIA DE AGUA CORRIENTE ES UN FACTOR IMPORTANTE PARA SU PRESENCIA, ASÍ COMO LA PRESENCIA DE VIZCACHAS O CHINCHILLONES, HABITANTES PERMANENTES DE LOS ROQUEDALES Y PRESAS PRINCIPALES DE ESTE FELINO.

SU CUERPO MIDE ENTRE 60 Y 80 CMS. A LO QUE SE LE SUMA UNA ENORME COLA QUE PUEDE LLEGAR A MEDIR 44 CMS.

PESA ALREDEDOR DE 6KG DE PURO MÚSCULO, FORTALECIDO POR LARGAS JORNADAS DE INCANSABLE BÚSQUEDA DE ALIMENTO, POR LO QUE SU TAMAÑO ES MAYOR AL DE UN FELINO DOMÉSTICO.

SU COLA, IMPRESIONANTEMENTE LARGA, GRUESA Y FELPUDA, CUENTA ENTRE 6 Y 9 ANILLOS ANCHOS DE COLOR CAFÉ OSCURO A NEGRO Y CULMINA EN UN CÍRCULO PERFECTO. LA USA DE ABRIGO AL DORMIR, CUBRIENDO SU PEQUEÑA NARIZ CON ELLA, Y PRESUMEN QUE LE SIRVE PARA EQUILIBRARSE EN EL TERRENO IRREGULAR DE LAS MONTAÑAS.

CÁMARA TRAMPA: AGA. VER VIDEO COMPLETO.

Al parecer, el gato andino también quiso conocer más sobre la raza humana. En 2017 uno de los apenas 1500 ejemplares que se distribuyen en un inmenso territorio que abarca alrededor de 150.000 km2 se aventuró dentro de una cancha de fútbol sintético en Bolivia, misteriosamente atraído hasta el mundo de las personas.

Fue la primer oportunidad para Rocío Palacios, co-coordinadora general de AGA, de estar en contacto directo con el felino al que dedica toda su energía por conocer y proteger. Un privilegio al que se vió obligada a renunciar para evitar que la domesticación de este pequeño animal lo condenara a una vida en cautiverio.

“Este animal es un símbolo de los Andes. Cuando hablamos de salvar a un gato, hablamos de salvar todo un paisaje” dijo Rocío en una entrevista.

JACOBO. SEGUNDOS DESPUÉS DE SER LIBERADO.

FOTO: JUAN REPPUCCI

El gato andino ya formaba parte de la cosmovisión y los rituales de los pueblos originarios, siendo considerado un animal sagrado. “Es un símbolo de fertilidad para muchas culturas, de buen augurio. Pero el tema era que, por ejemplo, si alguien se cruzaba con un gato en el campo cuando salía a pastar sus llamas, lo que hacían era matarlo. Taxidermizaban el cuero y lo colgaban en sus puestos y adornaban con hojas de coca, mazorcas de maíz, lanitas de colores. Como parte de un ritual para tener suerte y que el ganado se reproduzca bien ese año” me cuenta Cintia.

Afortunadamente, esta práctica ya no se hace. La gente sigue teniendo cueros, pero éstos son heredados. La mayoría de los pobladores que comparten el territorio con el pequeño felino salvaje confiesan haberlo visto muy pocas veces en su vida, tal vez sólo dos. Y aún así, hay una sensación general de la ausencia del gato en los Andes…

FOTO: JAVO FARFAN

“Este animal es un símbolo de los Andes. Cuando hablamos de salvar a un gato, hablamos de salvar todo un paisaje”

FOTO: AGA

Los números poblacionales son muy bajos y las amenazas son muchas. En Argentina, una de las problemáticas son los perros. Cintia me explica, “Hay muchos lugares donde la gente deja a los perros solos en los puestos y se vuelve al pueblo. El perro para alimentarse termina matando de todo, y entre todos los animales que mata termina matando a los gatos” y agrega que “cuando la gente sale al campo suele salir con perros por si se encuentran con un puma o un zorro, para espantarlo. Los perros persiguen todo lo que se mueva y, si agarran un gato, chau…”. Además, los perros también podrían contagiarlos de enfermedades si no están vacunados o en buen estado de salud.

La Chinchilla, uno de los roedores preferidos para su dieta, está casi extinta en muchas zonas y se cree que esto podría ser una de las causas de las bajas abundancias poblacionales del gato, aunque no es algo que se sepa con certeza.

Pero a gran escala, es la pérdida y degradación de su hábitat su amenaza más fuerte. Las explotaciones mineras en la región disminuyen los glaciares generando la desecación de los bofedales (humedales de altura) donde se alimentan las vizcachas, otro de los principales alimentos de los gatos andinos. Además, la prácticas mineras contaminan los ríos de la región y aumentan el tránsito de vehículos que su vez aumenta el riesgo de atropellamiento.

CÁMARA TRAMPA: AGA. VER VIDEO COMPLETO.

Pero el gato andino tiene algunos ases entre sus garritas. Como me dijo Cintia con alegría al comienzo de nuestra charla: “Es una especie bonita”, y agregó: “Yo trabajo con otros biólogos que a su vez trabajan con insectos, con caracoles; y me dicen: “¡Vos tenés suerte! Porque el tuyo es un gato. Cuando a la gente le mostrás un gato, dice: Ahhh, qué lindo!”. Y es verdad…”

Además, la Alianza acaba de ser elegida- junto a otros 5 proyectos – por National Geographic para la realización de una serie documental narrada por Ricardo Darín que se estrenó este mes.

FOTO: AGA

Es una especie pequeña y no hay registro de que prede sobre ganado, algo que lo pondría en la mira de los ganaderos para eliminarlo. Pero, a pesar de esto, a veces se ve injustamente afectado. “Los gatos andinos sufren con las medidas que se implementan para otros carnívoros.» me explica Cintia, recalcando la importancia que tiene esta problemática. «En Patagonia hay un proyecto que trabaja específicamente los conflictos con ganaderos, para evitar la caza incidental del gato andino.»

Con el gran archivo de datos ya recolectados por la AGA, ahora el enfoque está puesto en resolver problemáticas de conservación como ésta. La Alianza realiza varios proyectos coordinados a través de los distintos países que la conforman.

FOTO: NICOLÁS LAGOS

Unos días después de nuestra conversación, Cintia partiría hacia los altos Andes, a seguir desarrollando el programa CATcrafts, que busca proporcionar herramientas para conciliar el desarrollo económico de las comunidades altoandinas con la conservación del gato andino y su hábitat, capacitando al mismo tiempo, a las mujeres artesanas transformándolas en embajadoras de la conservación del medio ambiente y las especies que lo habitan. Se entusiasma al hablar de este proyecto, “…hacen antifaces con la carita del gato, muñecos de fieltro. Trabajan con lana de llama, que es el material que conocen, y todas las artesanías llevan una etiqueta con fotos e información…”

FOTO: NICOLÁS LAGOS

Su entusiasmo me inspira, me contagia ganas de ayudar, de servir, de activar la gratitud que siento hacia la Tierra y todos los seres que la habitan, fomentar la armonía social y ambiental. Le pregunto antes de despedirnos: ¿Qué podemos hacer las personas que vivimos lejos del territorio del gato andino para ayudar en su conservación?

“Lo más importante es compartir información para lograr que más gente se entere de que existe esta especie y las problemáticas que tiene. Y no sólo esta especie. Son miles las especies en Argentina que sufren problemáticas similares y nadie sabe ni siquiera que existen. Aportar a la difusión es algo sencillo y gratis, por decirlo de alguna manera. Apenas donando un poco de tu tiempo para contarle a los demás y hacer correr la voz.”

La Alianza también recibe donaciones, por ejemplo a través de la ONG Wildlife Conservation Network de Estados Unidos. “Si alguien tiene ganas de donar, sería genial” me dice Cintia. “Pero no siempre es dinero lo que falta sino tiempo y ayuda en la difusión.”

“Si alguien tiene ganas de donar, sería genial. Pero no siempre es dinero lo que falta sino tiempo y ayuda en la difusión.”

FOTO: JIM SANDERSON

TEXTO E ILUSTRACIÓN: BABUN FEROZ
FOTO DE PORTADA: FÉLIX BUSSO
RESTO DE LAS FOTOS: AUTORES VARIOS
AGRADECIMIENTOS: ALIANZA GATO ANDINO, CINTIA TELLAECHE, M. LILIAN VILLALBA, ROCÍO PALACIOS

PUBLICADO EL 28 DE junio DE 2019

LAT. 21° 52’ 08.9” S  LONG. 66° 11’ 17.6” O

PUBLISHED ON 28 OF junio OF 2019

LAT. 21° 52’ 08.9” S  LONG. 66° 11’ 17.6” O